Si bien actualmente la ciencia de datos nos dota de herramientas útiles que nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea, es urgente un planteamiento alternativo a sus políticas y usos. Los sesgos contribuyen a una peligrosa e imparable simplificación del mundo, volviéndose cómplices en la perpetuación del mismo sistema jerárquico patriarcal que beneficia a unos en detrimento de otros, alejándonos así de una tecnología humanista pensada para el bien común.